viernes, 28 de septiembre de 2012

Sabores del otro lado del Atlántico


Al final de la madrileña calle Bronce, en dirección a la plaza de Legazpi, descubro un escaparate con  un gran ventanal, decorado en la parte inferior por unas letras en color verde en las que se puede leer: “Buenas y Santas”, frase argentina que se utiliza de saludo entre la gente del campo.

Un acogedor local, decorado con colores claros y muy luminoso, que penetra desde el exterior a través de unas grandes cristaleras. Este establecimiento, de proporciones reducidas - el número de mesas no sobrepasa la docena-, abre sus puertas a todos aquellos que quieran disfrutar de una cocina sencilla, casera, ecológica, con pinceladas “gourmet”, que acercan a los madrileños a sabores lejanos de tierras argentinas



Entre sus paredes he quedado con una de las responsables de este original proyecto, que ha conseguido tras cuatro años de andadura, asentarse en el barrio de los Metales. Yamila nos habla de sus inicios como diseñadora, profesión que vino ejerciendo hasta que en 2008, junto a tres personas más, decidió “echarse la manta a la cabeza” y cambiar o modificar el rumbo de su vida. Un accidente fortuito de uno de los miembros, ocurrido meses antes,  originó el cobro de una indemnización lo que favoreció el despegue de la idea.

Protagonista de su propio proyecto, con el que buscaba un cambio drástico en su día a día, Yamila -junto a su hermana y dos socios más- fue gestando la idea de un establecimiento que les diferenciase del resto. Para ello, y teniendo las “cosas claras,” inició en la Comunidad de Madrid un curso destinado a los emprendedores, que les facilitase la información y las ayudas necesarias para poder iniciarlo.

Me comentó “que, en todo momento, mientras fue avanzando en la idea, fue consciente de que el proyecto gustaba a la Administración, su filosofía y la finalidad del mismo. Era una propuesta distinta. El hecho de que se tratara de un espacio “sin humos”- todavía no se había aprobado la ley que prohibíría fumar en espacios públicos y colectivos- fue un punto a nuestro favor”.



Una vez finalizado el diseño del mismo y con la aprobación por parte de la Comunidad de Madrid, iniciaron los trámites para conseguir capital. Asegura que “el hecho de que el crédito que aprobó la Administración fuera del 0% de interés, nos facilitó muchísimo las cosas”.

Sonríe cuando recuerda el día de inauguración del local, en junio de 2009.  “Nos quedamos impresionados de la cantidad de gente que tuvimos, nos llenó de satisfacción. El esfuerzo merecía la pena, ahora había que seguir trabajando duro”, rememora Yamila. Pero el verdadero punto de inflexión en un aumento del número de clientes fue la publicación en diciembre de 2009 de una crítica en OnMadrid. “Aunque en un principio, el boca-oreja fue lo que hizo a la gente venir a conocernos, la publicación en ese medio, fue lo que verdaderamente nos dio el último espaldarazo. Soy consciente de lo importante que es el marketing en cualquier sector, por ello, también me dedico a estar inmersa en las redes sociales".

Pero no todo han sido experiencias positivas Hasta el pasado mes de julio y durante un año, estuvieron vinculados a la explotación y gestión del restaurante del Matadero. a través de una concesión pública. Y en este sentido, Yamila indica que “no es oro todo lo que reluce”.

Pese a la buena acogida del proyecto, Yamila reconoce que el camino es fatigoso. Sin ir más lejos, critica la demora con la que se aprueban las licencias de apertura, que en su caso ha sido de cuatro años. También, lo difícil que resulta realizar cualquier trámite en la Administración.Y, por supuesto, esquivar la crisis. Reconoce que en estos últimos meses la facturación ha bajado un 8%, lo que les da “para seguir pagando los sueldos -tienen en plantilla 14 personas, todas con contratos indefinidos- y a los proveedores”.

Aún así, siguen emprendiendo. Actualmente, han abierto un nuevo “Buenas y Santas” en el centro de Madrid, en la calle San Bernardo. Me indica que “es un nuevo reto”. Y anima a la gente a crear sus propios proyectos, eso si, teniendo siempre muy clara la idea a desarrollar.

Me despido de vosotros hasta una próxima entrega, “Buenas y Santas”.

1 comentario:

  1. “Buenas y Santas”, qué breve y qué bueno. Está muy bien rastrear las buenas prácticas de los muchos emprendedores que hay, y darlas a conocer para que sirvan de abono a nuevas buenas ideas. Ánimo con el blog Ana.

    ResponderEliminar